martes, 1 de diciembre de 2009

¿Qué es el Adviento?

El Adviento es tiempo de preparación y esperanza. El Adviento es un tiempo en que la comunidad eclesial es convocada a preparar la Navidad, a crecer en la esperanza, a acoger con la fe la venida continuada de su Señor, Cristo Jesús.

El adviento tiene tres dimensiones:

a) Adviento histórico. Cristo vino en la carne y en la debilidad (Venida Histórica). Es la esperanza que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Señor, este periodo va desde Adán hasta la encarnación. La familia nos abrimos al Señor que quiere encontrar su morada en nosotros... El Adviento histórico, que ocurrió hace más de dos mil años cuando el Hijo de Dios, encarnado en el seno purísimo de la Santísima Virgen, nació en Belén de Judá.

b) Adviento místico. Viene en el espíritu y en el amor (Venida mística). Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor, es un adviento actual... Se trata de una actitud evangelizadora para disponer al hombre (Ap 3, 20). La segunda venida es constante, hecho de perenne actualidad en la historia de la Iglesia y en la vida íntima de las personas. Por la acción del Espíritu de Amor, Jesús está naciendo constantemente en nosotros, su nacimiento místico es un hecho presente o, mejor dicho, es de ayer, y de todos los siglos.

c) Adviento escatológico. Vendrá en la gloria y en el poder (Venida escatológica). Preparación a la venida definitiva del Señor, tenemos que estar preparados, porque no sabe ni el día ni la hora... La tercera venida de Cristo, que será en la gloria, el poder y en el triunfo, es la que clausura los tiempos e inaugura la eternidad. Jesús vendrá, no redimir, como en la primera venida, ni a santificar, como en la segunda; sino a juzgar, para hacer reinar la verdad y la justicia, para que prevalezca la santidad, para que se establezca la paz, para que reine el amor.

Corona de Adviento

La corona de Adviento es un signo que expresa alegría y la buena disposición que tenemos para prepararnos a recibir a Jesús en Navidad.

El círculo de la Corona simboliza la eternidad de Dios y su presencia permanente entre nosotros. Las ramas verdes recuerdan la vida y la esperanza de estar preparados para recibir a Jesús, que quiere nacer en cada uno de nosotros.

Las velas hacen presentes las cuatros semanas de Adviento: tres velas moradas significan el fuerte deseo de mejorar nuestra vida, representan la conversión y el cambio: una vela de color rosa (para el tercer domingo de Adviento) simboliza la alegría y el gozo. Al acercarse la Navidad; la vela blanca al centro de la corona representa el gran gozo de la Navidad.